Es necesario mirar atrás de vez en cuando, para saber si te están
siguiendo o para enterarte de lo que está pasando. Pero también es importante
mirar hacia delante, porque en cualquier instante puedes tropezar. Y lo peor no
es caer, sino saber si te vas a levantar, pues desde el suelo todo parece un
duelo si nadie te da consuelo ni se acerca para ayudar. ¿Que cómo se puede
evitar? Somos seres humanos, y estamos destinados a fallar, a errar, a apuntar
nuestras equivocaciones en una libreta llamada memoria, la que abriremos en
unos años con el nombre de historia, y donde estarán escritas las bases de nuestra
gloria, porque todos esos errores que hemos cometido habrán contribuido al
verdadero cometido que hemos elegido, y para el que tanto habremos sufrido. Por
eso no se puede evitar, pues el fallar te hará recordar dónde no debes pisar si
tu deseo quieres alcanzar.
La conclusión de toda
esta confesión es entrar en razón, hacer una reflexión en el interior de mi
corazón para quitarme esta desazón generada por la desmotivación y la falta de
pasión. Y es que ya no me queda nada. He dejado atrás toda mi manada, y velada
tras velada mi alma marcada se queda callada recordando la herida ya cerrada
que tanta sangre ha derramado en aquel vado antes de haber abandonado mi
morada. Mas con esto empiezo otra era, una nueva carrera por una acera de cera que se derrite a mis pies. ¿No me crees? Eso es porque no lo ves, es porque no sientes la furia cuando aprieto los dientes, es porque tú no mientes a la gente para que crea que nada es diferente y no aparente tratarte comprensivamente. Porque, sinceramente, lo importante es ser feliz, aunque a veces se cometa un desliz, y yo solo lo consigo con mi lápiz y mi lírica metafórica, y con esa chica estratosférica que rompe mi métrica.
"Necesito largarme, marcharme, encontrarme en mi soledad."
¿No te pasa? - ZPU