domingo, 20 de enero de 2013

Toca sufrir...

No sé por qué me haces pasar este mal trago
si simplemente te quería hacer un halago;
pero si lo hubiera sabido no lo hago:
te daría un beso aunque unas hostias fueran el pago.

Y ya no sé cómo decirte lo que a veces llego a sentir
cuándo miro tus ojos y mi alma veo lucir,
cuándo miro tus labios y mi corazón para de latir,
cuándo rozo tus manos y mis palabras no pueden salir.

Muchas más veces te repetiré que te quiero,
aunque sé que no me crees, no sé por qué, pero
tu corazón se asemeja mucho a un bandolero
que juega con el mío mejor que un trilero.

Cuándo me das esos besos entre mis labios y mi nariz
intento ocultar mi reacción con un imaginario tapiz,
pero en realidad mi corazón se vuelve de un oscuro matiz
al recordar que tus besos son simplemente de barniz.

Hoy la noche entera me pasaré pensando,
a ver si por casualidad acabo adivinando
por qué como de la mierda de mí estás pasando,
aunque, en realidad, por dentro me estás matando.

Tarde o temprano de eso me he de hartar
porque otra princesa en mi vida acaba de entrar,
mas mucho no me la quiero imaginar
porque temo el empezar de nuevo a amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario